Galvanizado en caliente – Proceso y ventajas
La galvanización en caliente es un proceso industrial que consiste en el recubrimiento de piezas de acero o fundición mediante su inmersión en un crisol de zinc fundido a una temperatura de 450 grados centígrados aproximadamente, con el objeto de protegerlas frente a la corrosión.
Hay que diferenciar entre el proceso de galvanizado y zincado, ya que son técnicas diferentes y por tanto se rigen por distintas normativas y procedimientos.
En qué consiste el proceso de galvanizado en caliente
El proceso de galvanizado por inmersión en caliente logra conseguir un recubrimiento de 45-200 micras, regulado por la norma UNE EN ISO 1461. Con el contacto entre el acero y el zinc fundido se crean capas intermetálicas Fe-Zn que se caracterizan por tener una gran adherencia, mayor dureza que el acero base, lo que hace que resistan muy bien a golpes o rozaduras sin desprenderse.
Proceso de preparación de la superficie en galvanización en caliente
El tratamiento previo de las piezas a galvanizar es tan importante como el propio proceso de galvanizado, puesto que de dicho tratamiento depende la posterior adherencia y la uniformidad del recubrimiento.
La preparación de la superficie paso a paso
Desengrase o limpieza cáustica
Esta fase consiste en la eliminación de contaminantes orgánicos como grasas o aceites de la superficie introduciendo las piezas en una solución química de limpieza. Se tienen que eliminar barnices, adhesivos y cualquier elemento externo que contenga.
Lavado
Enjuague en agua limpia para evitar el arrastre de líquido de la limpieza cáustica al decapado.
Decapado
En esta fase se eliminan los óxidos de hierro de la superficie del acero mediante un baño de ácido clorhídrico a temperatura ambiente. Una vez realizado el decapado se obtendrá así una superficie químicamente limpia. Tras el decapado es necesario realizar una limpieza en agua limpia para eliminar los residuos de cloruro de hierro y que éstos no lleguen al baño de fluxado.
Fluxado
En este último paso de preparación de la superficie se sumergen las piezas en una solución salina de cloruro de amonio y zinc, para eliminar cualquier óxido restante y dotarle de una capa protectora al material para que no se formen otros óxidos en la superficie antes de la inmersión en zinc fundido. Además, este proceso sirve para asegurar una mejor adherencia y recubrimiento uniforme del zinc en la fase posterior de inmersión en el baño caliente
La inmersión
Durante el período de inmersión en el zinc, las piezas se suben y se bajan algunas veces, para eliminar el aire que haya podido quedar atrapado y asegurar que el zinc entra en contacto con toda la pieza. Antes de la extracción del material del baño de zinc, se tiene que limpiar la superficie de las cenizas que existan en la superficie del recubrimiento, para así evitar que se queden pegadas en la superficie del material.
Ventajas del proceso de galvanizado
Durabilidad
Un producto galvanizado por inmersión tiene una vida útil que varía de 20 a 30 años, dependiendo del grado de exposición y de la masa de zinc depositada por unidad de superficie, o sea, del espesor de recubrimiento.
Resistencia
El gran comportamiento mecánico que presentan las piezas galvanizadas se debe a la propia estructura del proceso, formada por una capa exterior de zinc puro sobre varias capas inferiores de aleaciones Fe-Zn que presentan una dureza incluso superior a la del acero base. De esta forma, el proceso de galvanizado transfiere a la pieza una gran resistencia a daños mecánicos y a la abrasión, debido, como se ha dicho, a la gran adherencia que presenta el recubrimiento al metal base.
Coste de mantenimiento nulo
Los recubrimientos galvanizados no requieren mantenimiento para garantizar sus propiedades.
Fiabilidad
Los procesos de galvanizado en caliente están regulados por normativas nacionales e internacionales, asegurando un recubrimiento total de la pieza, tanto por dentro y partes ocultas, como por fuera.
Compatibilidad
Un metal galvanizado puede pintarse y puede combinarse con otras estructuras de distintos materiales, tanto por cuestiones de estética como para aumentar su durabilidad.
Versatilidad
La galvanización puede aplicarse a todo tipo de piezas, desde tuercas o tornillos hasta grandes superficies.
Manejabilidad
Un material galvanizado puede ser soldado o atornillado, lo que permite reducir los plazos en la construcción.
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